ENRIQUE SOLINAS (Buenos Aires, 1969). Desde 1989
colabora con publicaciones de Argentina y del exterior, es docente y forma
parte de grupos de investigación en Literatura
argentina y latinoamericana y en Literatura
y mística. Publicó en poesía: Signos Oscuros (1995), El Gruñido (1997),
El Lugar del Principio (1998), Jardín en Movimiento (2003), Noche
de San Juan (2008), El gruñido y otros poemas (2011), Corazón
Sagrado (2014). En narrativa: La muerte y su conversación (cuentos,
2007). Ha traducido y versionado a numerosos autores, entre ellos a Sharon
Olds, Lucielle Clifton, Thomas Merton, Patrick Kavanagh, Roy Campbell, Anne
Sexton, Sylvia Plath, Jane Kenyon, Crystal Williams, Henri Cole, Ruthven Todd,
Li Young-Lee, Alda Merini, Henri Meschonnic, Zhao Lihong, Gu Cheng, etc.
Por su labor literaria obtuvo
varios premios, entre ellos, 1er. Premio Nacional Iniciación Bienio
1992/1993, de la Secretaría de Cultura de la Nación, el 1er. Premio
Dirección General de Bibliotecas Municipales de Buenos Aires 1993, Mención
en los Premios Municipales de la Ciudad de Buenos Aires a la Producción
1994/1995, Subsidio Nacional de Creación de la Fundación Antorchas,
Concurso 1997 de Becas y Subsidios para las Artes, el 1er. Premio
Estímulo a la Creación año 2000 de la Secretaría de Cultura de la Nación,
el 1er. Premio de Cuento Fantástico 2004 de la Fundación Ciudad de Arena y
la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires,
etc. Ha obtenido la prestigiosa Beca de Residencia Shanghái Writing Program
2014.
Su obra y forma de parte de
antologías nacionales e internacionales, siendo traducido al inglés, al
italiano, al griego, al portugués y al chino.
Fue
invitado al II Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires (2007),
al I Festival de Poesía en el Centro Cultural de la Cooperación (Bs.As,
2009), al IX Festival Internacional de Poesía de Granada (Nicaragua,
2013) y al IV Festival Internacional de Poesía Latinoamericana de Lima (Perú,
2013) y a la XXII Maratón de la Poesía, Teatro de la Luna, Washington DC
(USA, 2014).
Actualmente, su actividad
incluye la narrativa, la traducción, el periodismo cultural y la investigación.
de Corazón Sagrado,
Viajero Insomne Editora, 2014
En vos confío
Cuando era chico
en la Iglesia me regalaron
una estampa del Sagrado
Corazón de Jesús.
El rostro joven
no dejaba de mirarme
a los ojos,
al mismo tiempo que
la mano santa
señalaba su corazón,
su corazón,
su corazón:
su corazón como una llama roja,
rodeada de espinas;
su corazón de fuego atravesado
por el mundo y la cruz;
su corazón divino y humano.
Entonces, en ese instante,
me di cuenta de que
el amor de verdad es un misterio
y que el dolor te hace más hermoso.
Para que brilles
y descubra tu belleza,
siempre, siempre,
siempre el corazón encontrará
una nueva manera de sufrir.
El sueño
Al despertar de un sueño intenso, te vi,
y entré a otro sueño.
Mi cuerpo extendido sobre tu cuerpo,
abrazados los dos
a la misma canción que suele escucharse
en esos días de pasión sin final.
En algún lugar de este mundo
alguien muere de amor
y alguien no puede.
La vida suele ser
un fuego que te arrasa,
un ir hacia adelante
y mirar hacia atrás,
de tanto en tanto,
para no volver.
Al despertar de un sueño intenso, te vi,
y entré a otro sueño
para decirte:
Vamos a galopar la
noche,
a recorrer las estrellas
en el cielo;
a vivir este momento de
alegría,
aquí y ahora, amor mío;
vamos a sentir este
instante
parecido a la idea
de la felicidad.
En el desierto
Si lo
que digo existe porque es cierto
y el
resto es simulacro, ensoñación,
imágenes
creadas para distraer
la
atención del sentido verdadero
y
comprobar la certeza
de que
todo es incierto,
entonces
callaré.
Coseré
mi boca
con los
hilos bellísimos del sueño
para que
las palabras
desconozcan
su
destino.
Pequeño
corazón,
la soledad es
esto:
un
hombre sumergido
en el
interior de su sombra,
en la
alta noche.
Distancia
Cae una hoja desde la copa
de un árbol altísimo.
Mis ojos atrapan la imagen
en ese instante lento
y siguen su recorrido.
Esa es la distancia absoluta
que existe
entre vos y yo.
Esa es la distancia
cuando mi corazón
cae de tus manos
y contra la noche
se estrella.
El amor
Recostado sobre la hierba del verano,
veo mi futuro en el cielo:
las estrellas iluminan lo que vendrá
y siento el aroma de la tierra
antes de la lluvia.
Miro la Cruz del Sur,
te miro a los ojos
y deseo
que este momento
dure para siempre
y se repita
una y otra vez
en la memoria.
Mañana vendrán,
te llevarán
al Gólgota
y ya no te veré.
Serás Hijo de sí,
Padre mío,
Espíritu de espejo.
Y yo te amaré
como el amante
que en la noche
regresa
y cierra las puertas del mundo
para irse jamás.
Lo que queda
Han
partido las horas, los días,
las
semanas de aquí,
como
elefantes que se diluyen
en el
agua del sueño.
He visto
los crepúsculos,
la
lluvia que cae con violencia
y he
visto cómo cesó.
He
presenciado
la risa
de los manantiales
y el
comienzo del miedo.
Se han
ido las miradas,
el
silencio,
los
números,
los
cuerpos de mi voz.
Han
partido
las
teorías sobre el tiempo
y la
cercanía de la distancia.
Se ha
ido el amor,
su
cuerpo frágil
y yo lo
dejé ir.
Ha
llegado el tiempo
de
pensar el mundo
y de
saber lo que se tiene.
Se han
ido las ventanas,
los
abrazos,
el
cacareo,
esta
tarde de canción,
el
aliento de las ciudades,
la
alegría de los cementerios;
se han
ido
las
antiguas bonanzas
de la
noche,
las
alucinaciones
durante
el amanecer.
Han
partido
las
formas conocidas
de los
nombres,
para
poder llamarte.
Porque
aunque sientas
que la
esencia de las cosas
te
abandona,
no todo
es un adiós sin fin.
Algo
queda, en verdad,
algo se
queda:
Es el
poema, su corazón,
el fuego
sagrado.
Porque
la poesía
es la
única posesión
que te pertenece.
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