Fotografía:
María de la Vega,
Taller de Juan Carlos Romero,
Buenos Aires, 2013
|
Carlos
Barbarito nació en Pergamino, Argentina, en 1955. Su obra publicada
hasta el presente incluye libros de poesía y sobre artes plásticas.
En poesía editó, entre otros títulos: Poesía quebrada
(1984);Teatro de lirios ( 1985); Éxodos y trenes (1987); Páginas
del poeta flaco(1988); Viga bajo el agua (1992); La luz y alguna cosa
(1998); Desnuda materia(1999); La orilla desierta ( 2003); Piedra
encerrada en piedra ( 2005);Les minutes qui passent (2005); Figuras
de ojo y sombras ( 2006); Un fuego bajo un cielo que huye ( 2009);
Cenizas del mediodía (2010); Feu sous un ciel en fuite(2010). En
cuanto a sus publicaciones referidas a las artes plásticas: Acerca
de las vanguardias (1990); Roberto Aizenberg. Diálogos con Carlos
Barbarito, (2001). Obtuvo, entre otras distinciones, el Premio Bienal
de Crítica Jorge Feinsilber; el Premio Praxis de Poesía, México
D.F, 2010 y el Prix Chasseur Abstrait de Poésie, 2010. Sus textos
sobre arte y literatura y su obra poética fueron traducidos, en
parte, al inglés, al francés, al portugués, al italiano, al
griego, al persa, al holandés, al filipino y al turco.
¿
Hay, abajo o arriba, una voluntad..?
¿
Hay, abajo o arriba, una voluntad
capaz
de reunir, en un mismo punto,
denso
de toda densidad, cuerno y cifra?
En
el preciso instante de la hoja seca,
¿
dormita el puño atravesado por la espina
y
se nutre el pecho ciego de azafrán y cábala?
No
dura el pez en la tierra.
No
dura el terrón bajo la lluvia.
No
dura la mirada ante la luz que explota.
No
duran. Sólo la noche es alta
y
el día se disipa en su propia y constante radiación.
En
lo oscuro, regurgita, ofrece
de
su boca un bolo casi místico,
allí
se congregan vestidos y desnudos,
presas
de la fiebre, dando gritos.
Digo
yo y, de pronto, cruje la madera…
Digo
yo y, de pronto, cruje la madera
y
se derrumba, envuelta en ocre, la inocencia;
digo
yo y, de inmediato, sal en la herida
y
el destino como mero filo, ausencia.
Digo
yo, y cada palabra pierde su eje,
se
disipa entre repetidas, monótonas conversaciones
que
dan cabida al vano consuelo
y
arrojan, como agua servida, el nudo, la estrella.
Muchas gracias por publicar estos poemas. Un gran abrazo!
ResponderBorrarMuchas gracias por publicar estos poemas. Un gran abrazo!
ResponderBorrar